El día que me leas
Hola Adrián, somos papá y mamá.
Ya tienes 5 añitos, cariño. ¡Qué mayor te estás haciendo! Y nosotros casi no nos damos cuenta, pero cómo crece nuestro niño, poquito a poco. Un niño precioso, un niño bueno. Un niño especial.

Naciste con una mochila en forma de Neurofibromatosis y TEA. Aún no hablas y todavía no puedes leer esta carta que te estoy escribiendo, pero sé que algún día podrás. Y para cuando llegue ese momento quiero que te alimentes de todo lo que tus papis sienten por ti. El día que me leas quiero que sepas lo mucho que te queremos, lo fuerte y luchador que has sido en este arranque tan difícil con el que te ha recibido la vida, y lo mucho que nos has hecho aprender a mamá y a papá sobre el amor.
Porque amor es lo que sentimos por ti, mi vida, algo imposible de reflejar en estos párrafos, pero que espero que cada día hayas podido ver en nuestros ojos, con cada cruce de miradas; o sentir, en cada abrazo que te hemos dado o en cada risa que hemos disfrutado de ti.
Quiero contarte que han sido años muy difíciles hijo. Desde tu primer día, incluso antes, has tenido que aprender tú solito a enfrentarte a los obstáculos que te ha puesto la vida, mucho mayores y mucho más difíciles que los que tienen que superar la mayoría de tus amiguitos. Y lo has hecho. Siempre tan valiente, tan luchador, tan persistente…
El solo hecho de andar ya fue un reto. Empezaste muy tarde para algunos, pero increíblemente pronto para lo que tu cuerpecito te quería permitir. Querías explorar, llegar más lejos, descubrir nuevos caminos, y tu afán de superación te llevó a conseguirlo.
Sufriste mucho en estos años cariño, mucho más de lo que un niño normal podría aguantar, pero tú lo hiciste, y fuiste venciendo a los malos. Hay niños que, como tú, están tocados con una varita especial, una varita mágica que les impulsa en sus pequeños pasitos.
Ahora sé que vas a lograr todo lo que te propongas en la vida, es la personalidad que tienes, y la que las circunstancias te han forjado especialmente. Ahora sé que no importa a dónde llegues, sino el esfuerzo y la fe que pongas en el camino. Y sé que lo vas a lograr, y que tu ejemplo nos va a dar fuerzas para apoyarte en cada obstáculo que aparezca.
Tu mamá y tu papá estamos muy orgullosos de ti. Nos has dado ya muchas alegrías y vas a hacer que cada momento, que cada nuevo avance sea emocionante e inolvidable. Somos afortunados de tenerte en nuestras vidas, de aprender juntos la increíble lección que tenerte como hijo supone, de afrontar la maravilla de verte crecer y vivir contigo cada día, de presenciar, en definitiva, cómo sigues tu travesía y vas venciendo a todos los malos.
Te estás convirtiendo en un niño increíble.
El día que me leas, que te sirva de aliento. El día que me leas, que sepas que te adoran…
Papá y Mamá.
PD: Una hermosa carta que nos regalan Luis y Patricia, padres de Adrián.